Junio en el México Católico: El Mes del Sagrado Corazón

Este año, el Festín del Sagrado Corazón fue celebrado el viernes 28 de junio (pues cae usualmente ya sea 19 días después de Pentecostés, o en el primer viernes tras la Solemnidad del Cuerpo de Cristo).

El mes de junio es uno de alegría a través de la comunidad católica global, mientras celebramos el amor que Jesús tiene en su corazón para cada uno de nosotros. Su amor, en sus formas divina y humana, es tan poderoso que nunca podrá ser entendido completamente; pero nos dedicamos en devoción durante el mes de junio para contemplar la profundidad interminable y la fuerza de Su amor.

Algo que nos ayuda a centrar nuestros pensamientos y corazones en Su amor es el emblema del corazón en sí mismo, y aquí en México, este Emblema Sagrado tiene un punto focal durante junio, el mes del Sagrado Corazón.

Mientras que a los católicos en Estados Unidos, Canadá y otros países fuera de México les resultará familiar las 12 devociones regaladas por Dios a Santa Margarita María Alacoque, a través de sueños durante los 1670s –y se les concedió aprobación Papal poco después- puede que no les resulte tan conocida esta manera particular en la que en México observamos estas devociones. Por ello, te invitamos a leer más y a descubrir cómo gozamos de celebrar el amor de Jesús durante el mes del Sagrado Corazón en México.

1. Les daré todas las gracias necesarias para el estado de su vida.
2. Le daré paz a sus familias.
3. Los consolaré en todos sus problemas.
4. Seré su refugio en vida y especialmente en muerte.
5. Abundantemente, bendeciré todas sus tareas.
6. Los pecadores encontrarán en mi Corazón la fuente y un océano infinito de misericordia.
7. Las almas desinteresadas se volverán fervientes.
8. Las almas fervientes se alzarán rápidamente a mayor perfección.
9. Bendeciré a aquellos lugares donde la imagen de mi Sagrado Corazón sea expuesto y venerado.
10. Le daré a los sacerdotes el poder de tocar los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán sus nombres eternamente escritos en mi Corazón.
12. En el exceso de misericordia en mi Corazón, les prometo que con mi amor todopoderoso les concederé, a todos los que reciban la Comunión en los Primeros Viernes, por nueve meses consecutivos, la gracia del arrepentimiento final; no morirán en disgusto ni sin recibir los Sacramentos, y mi corazón será su refugio seguro en esa última hora.

“Jesús nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el Sagrado Corazón de Jesús, perforado por nuestros pecados y por nuestra salvación, es correctamente considerado el mayor signo y símbolo de ese amor, con el cual el Divino Redentor continuamente ama al Padre eterno y a todos los seres humanos sin excepción.” Padre Pío XII, 1956

Mientras que misas especiales se celebran a lo largo del mes, y cada familia dentro de cada comunidad a través de nuestra bella nación tiene sus propias únicas tradiciones, como una comida en especial o una visita en familia a la iglesia; la única cosa que nos une en nuestras celebraciones son nuestros Milagros.

Los Milagros del Sagrado Corazón son generalmente vendidos en puestos de la calle y en tiendas por los miembros de varias comunidades indígenas, pero es tal la popularidad de estas pequeñas piezas, que también están disponibles ampliamente en tiendas comunes, ¡incluso algunos lugares populares como los centros comerciales de Cancún!

De todos los famosos e iconográficos recuerdos y baratijas mexicanas, aquellas del Sagrado Corazón son de las más reconocidas. Los peregrinos pueden reconocer el emblema en forma de corazón, el cual puede estar hecho de cualquier material, y se puede ver frecuentemente brillante y reluciente trabajado con la pátina de plata o níquel (o incluso en dorado, raro y hermoso).

Los ornamentos son pintados de rojo y dorado, pero los visitantes también encontrarán muchos Milagros sin pintar, dando a las piezas una encantadora y auténtica sensación. Cómo se representa el Sagrado Corazón, igual que muchas cosas en nuestro país bellamente diverso, difiere de comunidad a comunidad. En algunas regiones, el corazón es coronado con alguna tiara dorada; mientras que en otros, el corazón es representado teniendo flamas o una hermosa luz alrededor de este, símbolo de la luz del Amor de Cristo.

Otros Milagros presentan al Sagrado Corazón siendo perforado por una daga, con heridas, o una corona de espinas, gotas de sangre –refiriéndose a la manera en que Jesús falleció- mientras que el fuego representa el poder eterno de cambio de Su amor.

Desde pendientes, broches y aretes, hasta cajas de joyería, el emblema del Sagrado Corazón se coloca en diferentes piezas y varía en tamaño, dependiendo de su forma, puede ser del tamaño de un centímetro apenas, hasta varias pulgadas en diámetro.

Todos los corazones se representan con la misma icónica forma a través del México Católico, y la más amplia iglesia Católica. Esta forma se presta entonces a joyería y a pequeños recuerdos, para que los visitantes a nuestro país puedan encontrar muchos ornamentos hermosos para guardar como mementos de su inolvidable experiencia de Peregrinaje en México.

Justo al inicio de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, los ejércitos de Hitler tomaron control de amplias tierras al norte del territorio francés. Cuando esto sucedió, María Hendizabal, una joven francesa, huyó a México y se estableció en la Ciudad de México. Por supuesto, no pudo traer ninguna de sus posesiones con ella, pero un único objeto que amaba pudo traer consigo: una pintura de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.

Esta pintura fue tan importante que, cuando llegó a México, se la dio a una iglesia Católica local para que la mantuvieran a salvo. Esa iglesia fue la Iglesia de San José, y su Padre Juan Gómez colocó la pintura en la pared del vestíbulo de la iglesia.

Esa misma noche, un niño vio la imagen de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y se curó inmediatamente de su parálisis parcial- tanto que pudo correr a casa a decirle a su madre del milagro. Desde entonces, la noticia se esparció como fuego, y la pequeña iglesia tuvo más visitantes que nunca. El Padre Juan Gómez decidió mover la pintura afuera de la iglesia para que la multitud pudiese verla fácilmente. Centenas de milagros fueron reportados en el sitio a través de los años.

La popularidad de la iglesia siguió creciendo, y los peregrinos del lugar comenzaron a dejar Milagros de plata para marcar su viaje que presenciaría los milagros de Nuestra Señora del Sagrado Corazón.